La divertida comedia rom©Øantica en la que se basa la exitosa serie de Netflix. Las estrellas no mienten... Los hombres s©Øi. Nunca he cre©Øido en el hor©Øoscopo. ©Sab©Øeis por qu©Øe? Porque te dice que est©Øas viviendo un periodo favorable, te da tres estrellas en salud, dinero y amor y, sin embargo, t©Øu te sientes como un trapo viejo, tu vida sentimental es un desastre y tu trabajo pende de un hilo. ©Bienvenidas al club de las desdichadas intergal©Øacticas! Me llamo Alice y hasta hace unos meses mi autoestima estaba por los suelos. Mi ex estaba a punto de ser padre y por la cadena de televisi©Øon en la que trabajo acababa de aparecer un nuevo jefe con una sonrisa imposiblemente sexy y el apodo de «el cortador de cabezas». Lo ©Øultimo que necesitaba. Entonces a mi vida llego Tio, mi entrenador astrol©Øogico personal, para convencerme de que mis problemas no eran debidos a un complot c©Øosmico sino a la posici©Øon de los planetas en mi carta astral. As©Øi que lo ©Øunico que pod©Øia hacer era ponerme en sus manos y averiguar qu©Øe sorpresas me ten©Øian reservadas las estrellas. Y os aseguro que lo que descubr©Øi fue mucho m©Øas que eso porque, quiz©Øa, cuando se trata de amor... el destino no est©Øa escrito en el cielo.

The hilarious romantic comedy on which the hit Netflix series is based. The stars don't lie... Men do. I have never believed in horoscopes. Do you know why? Because it tells you that you are living a favorable period, it gives you three stars in health, money and love and, nevertheless, you feel like an old rag, your sentimental life is a disaster and your job is hanging by a thread. Welcome to the club of intergalactic wretches! My name is Alice and until a few months ago my self-esteem was rock bottom. My ex was about to become a father, and a new boss with an impossibly sexy smile and the nickname "the head cutter" had just appeared on the television network where I work. The last thing he needed. Then Tio, my personal astrological trainer, came into my life to convince me that my problems were not due to a cosmic plot but to the position of the planets in my birth chart. So all I could do was put myself in his hands and find out what surprises the stars had in store for me. And I assure you that what I discovered was much more than that because, perhaps, when it comes to love... destiny is not written in the sky.